miércoles, 11 de noviembre de 2009

NO CONTAMINEN BUENOS AIRES


Ruido mucho ruido en la capital Argentina: Buenos Aires. Bocinas, sirenas, alarmas, medios públicos en mal estado, subtes que chillan sin piedad, gritos, reparaciones, maquinarias…Todo contribuye y da vida a uno de los peores enemigos de nuestra salud auditiva y psíquica: el ruido . Según la Organización Mundial de la Salud se considera al ruido al sonido no deseado que supera los 70 decibeles y se convierte en "doloroso" alcanzando los 125 decibeles. Este tipo de agresividad sonora puede causar stress, síntomas psicosomáticos, alteraciones nerviosas, aparición de silbidos en el oído, perforación del tímpano y pérdida auditiva irreversible.
Según el Plan Estratégico 2008-2012 elaborado por la Agencia de Protección Ambiental del gobierno porteño, Buenos Aires es una de las 4 ciudades más ruidosas del mundo, por lo que las personas que esperan un colectivo deben someterse a sonoridades que oscilan entre los 80 y 100 decibeles de potencia.

La licenciada Silvia Cabeza, Presidente de la Asociación Civil Oír Mejor, habló con Periodísticambiente sobre los problemas de contaminación sonora que aquejan a la Ciudad de Buenos Aires; esto a causa del tránsito, las contrucciones, boliches, recitales y subte. También hizo referencia a la pérdida auditiva y enfermedades generadas por el ruido, y a la Ley porteña 1540.




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Andrés Grippo, vocero de la Agencia de protección ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, aseguró: “La mayor fuente de contaminación sonora es el transporte público” y agregó que: “Después de la crisis económica, del 2001, la Secretaría de Transporte siguió ampliando la cantidad de años que podía estar circulando un colectivo, por lo cual el parque automotor de la ciudad hoy se haya envejecido. En la actualidad cada ómnibus está autorizado a circular hasta trece años”. También manifestó que “La solución al problema del transporte, que es la principal causante de ruido en la ciudad, es un cambio de tecnología". Grippo también explicó : “Si se superan los niveles de ruido que regula la ley de Buenos Aires podemos poner una faja en la boletera para que los colectivos no pueda seguir transitando , ya que se dan unos niveles de ruidos muy altos ya de fábrica”. Y finalizó diciendo que: "enla ciudad se hacen controles, muchas multas y no creo que a ningún empresario de transporte le guste estar pagándolas todo el tiempo. Aparte, cuando los niveles se superan por mucho, el colectivo no puede seguir circulando, tiene que volver a nuestras dependencias para demostrar que sí puede andar, y si lo enganchamos en la vía pública sin autorización, la multa se multiplica”.








En definitiva, mas allá que el Gobierno Porteño deba instrumentar medidas para controlar y resolver esta problematica, comenzando por hacer cumplir la ley 1540 , cada habitante debe tomar conciencia acerca de la contaminación sonora, empezando por la tarea preventiva especialmente con niños de edad escolar. Asimismo quedará en cada uno de los ciudadanos la responsabilidad de no sumar más ruidos a nuestra convivencia.



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